Quisimos pasar desapercibidos, ¡pero Amaia es buena para que se le pase una! «Que vengáis desde Donosti a Garia es todo un honor». Y lo es. Tolosa es conocida por sus alubias, sus chuletas y el chocolate. Para nosotros, ir a Tolosa es ir a Garia y pasar un buen rato tomando un rico café con su buen donut o bollo suizo y leyendo el periódico, o intentando leerlo… Porque es una gozada observar el ir y venir de gente pidiendo su pan de espelta, con semillas, el alsaciano, el alemán, un txirikorda o cualquiera de las variedades de pan que llenan el mostrador. Y a todo esto, cada cliente es recibido como en casa, por su hombre, con un qué tal y una sonrisa.
Así que una vez descubierto quiénes somos y de dónde venimos, nos invitan a pasar al obrador y conocer a Raúl, el artesano panadero de cuyas manos salen esas maravillas. Descubrimos una historia de amor por la materia prima, el buen pan y un saber hacer que se demuestran en el producto final, y él de esto sabe hacer y mucho.
Raúl nos enseña su obrador, repleto de sacos de harinas ecológicas y bandejas, con su máquina donde conserva la masa madre, el almacén y el horno. Rodeados del aroma a buen pan, charlamos de la tradición panadera de nuestra familia alemana (que en alguna ocasión os he mencionado), del comprar y vender pan al peso, como ellos también venden su pan. Esta es una manera de devolverle el valor a un producto tan primario en nuestra dieta como es el pan y que gracias a artesanos y profesionales como ellos está recuperando su calidad y su lugar.Todo está hecho con mucho cariño, así que, además del buen pan, el local es precioso y muy acogedor. Sobre las paredes blancas, destaca la madera natural en las mesas y una original estructura circular tras la que están el almacén y los servicios. El color lo dan los cojines y las obras que exponen en las paredes (van variando, la primera vez que fuimos, con los peques, había una exposición de ilustración infantil).
Claro está que volveremos… A sentarnos en nuestra mesa, a tomar ese café y a plantarnos unos minutos en el mostrador sin saber qué escoger entre semejante espectáculo.
Gracias Amaia, Érika y Raúl por recibirnos como en casa.
Esta vez nos hemos llevado tres tipos de pan para asegurarnos unos buenos desayunos esta semana (este tipo de panes se conservan muy bien). Las fotografías son de nuestra primera y segunda visita, con y sin peques.
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