Si vienes por el País Vasco y te topas con una fiesta tradicional, con un poco de suerte te encontrarás con un puesto de talos. Te recomiendo que des un frenazo en seco, pidas uno y observes el espectáculo de cómo se preparan. En principio es muy sencillo, pero darles la forma tiene su aquel… Me enseñaron a hacerlos en Lastur, te cuento la historia y, si te animas, también te doy la receta.

Mis queridos amigos de Blog on Brands me llegaron de blogtrip con Euskadi Gastronomika por las comarcas de Urola Costa y Debabarrena. Lo pasamos pipa, degustamos ricos productos de la tierra y participamos en el taller «Pequeños pastores», donde aprendimos a hacer talos (además de visitar un antiguo molino de maíz en Lastur y visitamos el caserío Goikola, donde aprendimos cómo se hace el queso Idiazábal, cómo trabajan la lana e hicimos nuestro propio telar).

Regresé decidida a poner manos a la obra y lanzarme con los estas ricas tortitas de maíz. Y ya que estábamos, probar las antxoas que con tanto esmero hicimos en otro taller que nos dieron en la conservera Maisor, de Getaria. (Si quieres hacer un taller, ponte en contacto con ellos para reservar). Los pimientos pasaban por ahí, son de Jubera, un pueblito de La Rioja del que la familia de mi abuela nos suele traer frutas y verduras de esas que valen oro. Así que con un poco de aquí y allá nos marcamos unos talos con pimiento y antxoas muy ricos.

Bueno, ¿y cómo se hacen los talos?

Necesitas:
– una buena harina de maíz, en este caso empleamos la harina molida en el antiguo molino de piedra que acabábamos de visitar.
– sal
– agua
– un trapo limpio

Elaboración:

Pones la harina en un recipiente, le añades un poco sal y vas incorporando poco a poco el agua. La clave, que la masa quede húmeda y homogénea, un poco textura plastilina (si lo hacéis con peques, ellos seguro que pillan rápido el punto).

Una vez que tienes la masa, coges el trapo, lo mojas bien y escurres bien y lo pones sobre la mesa de trabajo.

Coges una bolita de la masa, la colocas en el centro del trapo y le empiezas a dar golpecitos con la palma de la mano (la zona saliente de debajo del pulgar, para verlo mejor, te dejo una foto), desde el centro hacia afuera. Tienes que repartir la masa bien y que quede lo más redonda posible. Importante para que no se rompa, que los bordes estén bien aplastaditos (en eso nos aplicados estábamos…).

Pones el talo en una sartén o el la plancha, bien caliente, cuando coge un colorcito dorado, darle la vuelta. Verás que se infla un poco, eso es que se está haciendo bien. Cuando está listo, lo rellenas con la preparación que te apetezca.

¿Cómo se comen los talos?

El tradicional es de txistorra. Pero también los verás de otras muchas maneras, dulces o salados. Con queso de Idiazábal, con setas, chocolate miel… La verdad es que sabiendo hacer talos, se puede utilizar también muy bien en preparaciones tipo tosta (como la de la imágen, tosta ensalada de marisco, del restaurante Txoko de Getaria, que también visitamos durante el viaje).

El maíz en nuestra gastronomía:

El maíz fue durante mucho tiempo un ingrediente básico en nuestra dieta, ya que es un cultivo muy agradecido en una tierra húmeda y verde como el País Vasco. Por lo que el pan de maíz y los talos estaban muy presentes en las mesas de los caseríos. El talo se tomaba dulce o salado y en el desayuno mojados en leche. Así, de la mezcla del maíz y la leche, surgió el morokil, un postre  también típico (solamente he encontrado esta receta de Biscayenne, por si os pica la curiosidad de hacer este postre).

Os animo a hacer vuestros talos, es muy sencillito, y si tienes peques, ¡les encantará ayudarte!

Enlaces:

Euskadi Gastronomika