Musika Parkean en Donostia – ¡Con cestas y a lo loco!

El mítico dicho de «es pa’verlo» cobra todo su sentido en Donostia con Musika Parkean. Ambientazo, descubrimientos musicales, solete, parque para liberar a las fieras, concurso de tartas para los golosones… y algo que escasea últimamente: ¡sonrisas a tutiplén! De todo esto tuvimos ocasión de emborracharnos este pasado sábado en el precioso Parque de Aiete de San Sebastián.
El protocolo de eventos se puso en marcha muy tempranito en casa y es que había que prepararse para un concurso de alto copetín. La convocatoria incluía un concurso in ter na cio nal de tartas. ¡Ojo! Así que tras pensarlo poco, ya sabíamos cuál iba a ser nuestra apuesta: Schwartzwälder- kischtorte, tarta Selva Negra para los amigos. Los morritos finos sabrán que lleva cerezas, pero no es temporada, así que las fresas son buenas sustitutas. Y ya que nos habíamos declarado en rebeldía con la receta, le metimos una crema de chocolate – que aguanta mejor el sol -, ya puestos…

Y venga, unos platos por aquí, mantel por allá, vasos, bebidas y… ¡al cesto!

Llegamos al parque, montamos el chiringuito y ¡a disfrutar! Hacer un picnic mola – que se lo digan a mi salsero-, pero ya con un concierto en vivo… ¡Ca-li-té!

… ¡Concurso de Tartas! Los reposteros se afanan en dar los últimos toques… ¡Y a presentarla ante el ilustre jurado!

¡Tachán!

Y ahí están todas, un auténtico espectáculo. Había de todo, saladas, con espárragos, cebolla, puerro, dulces, de manzana, calabaza, fresa… de queso. ¡mmmmMMMM! Atentos a la tarta del centro. Ahí tan discreta. Tan chocolatosa, cremosa… Con sus capitas… Sisí, la rectangular.

¡Pues estaba de escándalo! Hicimos un intercambio de tartas con su autora, «la repostera venezolana», que nos contó que llevaba cerveza negra, frambuesas y crema. Y mientras el jurado se retira a deliberar, nos pegamos un homenaje de aúpa. A mí me conquistó con esa capita crujiente por encima… ¡Fue la ganadora! ¡Enhorabuena!