Está siendo un verano fantástico en el Norte, como para no entrar en casa. Pero aún y todo, hay muchas tardes y mañanas en las que entretener a los pequeñuelos – que en verano BabyRural sigue en marcha -. Una de estas ocasiones, me pidieron comprar arcilla, se acerca el cumple del pequeñín y su hermano tiene algo entre manos… Fuimos a una tienda especializada y descubrimos una pasta de arcilla que no hace falta hornear, la verdad que me hubiera apetecido más la arcilla marrón clásica de toda la vida pero para que el acabado quede bien hace falta un horno especializado, así que nos decidimos a probarla.

Estos son los materiales que utilizamos:
– Masilla
– Pintura acrílica
– Gel brillante (puedes usar barniz)
– Cordón o goma fina
Para empezar a familiarizarnos con el material, empezamos a hacer pequeñas pruebas que nos gustaron tanto que han terminado en figuritas y formas para estas pulseras.

Para trabajar con esta masilla es importante saber que seca rápido, por lo que hay que tener cerca un recipiente con agua para humedecerte las manos. Es un poco como la plastilina, por eso les gusta mucho manipularla. Hay que moldearla hasta que está blandita y darle la forma. Una vez que la tienes, se alisa mojándo el motivo con un poco de agua.

Cuando tengáis hecha la forma se atraviesa con una aguja gruesa o un trozo de palillo. Se deja secar y se pinta, nosotros lo hicimos con pintura acrílica.

Una vez seca, se barniza. En nuestro caso, le dimos un gel tipo pegamento (que se utiliza para dar brillo a la pintura acrílica), pero cualquier barniz puede servir. (También puedes reciclar esmaltes de uñas que tengas por casa).

Se introduce un cordón finito y listo. También puedes usar una gomita fina, especialmente si son pulseras, para poder quitártelas cómodamente.

De la que estáis, podéis hacer un montón, ¡es un detalle especial para cumples o un regalo genial para los nuevos amigos y amigas de verano!

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